30 de junio de 2011

Breves/ Marcha Estudiantil y las Palabras de Giorgio Jackson.

El nuevo aire de movilización, por cierto muy refrescante, ha abierto diversos temas de discusión. Con ello se han desempolvado visiones que según creo debieran ser superadas. Sin adentrarme concretamente en el tema de la reforma a la educación, necesidad que comparto pero cuyo contenido todavía esta por verse vía dialogo, quisiera comentar dos puntos negativos que emanan del actual gobierno y que demuestran su desconocimiento de los procesos y derechos sociales. El primero es relativo a la noción de estabilidad que manejan las autoridades, aquí la protesta es vista como una manifestación, un pataleo inconexo, un arrebato emocional, casi un lloriqueo injusto que hace perder clases, deteriora nuestra imagen, pone en riesgo la popularidad del gobierno y además resta bonos de liderazgo a Lavin. Esto es solo cascara, y es justamente aquello lo que sirve para desviarnos de lo planteado por los estudiantes. En ese plano la derecha gobernante parece manejarse mejor, de ahí el incesante tenor reactivo - defensivo tanto de Von Baer como de Hinzpeter. Sumado a lo anterior Lavin etiqueta al movimiento de ideologizado toda vez que no logra llegar a puntos de acuerdo.
De lo anterior surge el segundo punto: Que se entiende por punto de acuerdo? a la vista de la distancia interesada o ingenua del gobierno, el punto de acuerdo es un punto de vuelta al orden, un punto de silencio equivalente a la estabilidad. Este planteamiento forzado se hace evidente en la idea de resguardar el liderazgo, lo que para nuestra derecha siempre ha pasado por una muestra de autoridad y decisión. Al afianzarse esa vía el proceso de dialogo se trunca y los liderazgos se hacen verticales, la horizontalidad desaparece.
Por lo tanto el como es vista y se hace visible mediaticamente una protesta es relevante, ello para no detenerse en una discusión descriptiva y solo critica de la estrategia elegida. Consecuentemente el contenido y proceso de dialogo debiera privilegiar la apertura a la horizontalidad. Para eso el servicio publico y la ciudadanía pensante y activa deben ser asumidas bajo el fondo de la igualdad política. 
Las palabras sensatas de Giorgio Jackson en entrevista al diario La Tercera despejan el bosque y centran la discusión no en el ministro de turno, no en el liderazgo puesto a prueba, no en los ocasionales desmanes, no en la estrategia; en sus palabras la educación toma el lugar de política de Estado y el dialogo se dimensiona mas allá de lo que agrade o no al gobierno o grupos políticos. La ciudadanía en su conjunto es poder político y dador del mismo. Al resto le cabe no hacer oídos sordos o reprimir (tentación primera de Lavin y Labbe). 
Ante cientos de miles votando con los pies y con el baile de una protesta creativa solo nos queda ponernos a la altura del respeto y a disposición del dialogo. Para ello una postura Gatopardiana, esto es cambiar todo para que nada cambie, solo seria antesala de mayores y mas hondos problemas.

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