Columna de Alvaro Cuadra difundida por un medio boliviano. Resulta destacable el unir nuestros problemas sociológicos aspiracionales, el fracaso del modelo democrático en sus términos actuales y el declarar la imperiosa necesidad de una nueva Constitución. Yo agregaría que sin buscarlo, el escenario de hoy es mejor. La reacción descrita de la sociedad chilena nos deja en un mejor pie para diseñar una carta fundamental que refleje nuestro malestar social, sin por ello caer en un documento meramente contingente y por tanto condenado a corta vida y alcance. Inmediatamente después de la dictadura, los ánimos estaban imbuidos por mutuas desconfianzas y se acentuó la desmovilización. De todas formas, esto fue y sigue siendo asignatura pendiente para nuestra democracia.
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