15 de agosto de 2011

Democracia y su Humanidad.

por Enrique Morales Mery

Muy temprano, en las aulas de mi colegio, empecé a sentir que la Democracia habitaba mas allá de los libros. Superaba con creces los rincones de la propaganda de la inmovilizadora realidad y se escabullía entre las verdades oficiales, las ciudadanías competentes y los deber ser de turno. Mas sorprendido aun cuando la Democracia encontró nombres o cuando se dejaba ver entre rostros. Acaso no sobrevivía en medio de la vida y los relatos de Soljenitsin? acaso no balbuceaba tras el hambre autoimpuesta de los disidentes cubanos?... logro sentirla ante la indiferencia hacia el Tibet, me resuena de cerca cuando veo marchar en nostalgia y locura a muchos herederos del dolor de dictaduras sudamericanas. Aquí en Chile y gracias a una prensa incesante, a pesar de ser censurada continuamente, descubrí también que la Democracia estaba en voces silenciadas, en cuerpos agredidos...con dolor, aquello se extendía como ya se ve a fascismos, stalinismos, revoluciones anti democráticas que se traicionan a si mismas... la Democracia escapaba de los abstractos, de los panfletos, de la forma impuesta... era tras eso antropomórfica, con su propio vivir, su rostro visible, su familia, su caminar, sus manos estiradas, su dolor! habitada en su propio ancho, con su propia verdad, una verdad anclada en la experiencia. Tras esto no pude dejar de mirarla, no pude ocultarla, ni capturarla en doctrina alguna...eran muchos hombres y mujeres, muchas historias disimiles, muchas familias, diversos colores... y entonces vino la calma y la vocación por defenderla en su imperfección, en su incertidumbre, en su no querer matar al amparo de la rabia, del Estado o de una revolución inhumana...nunca me sentí mas inseguro y feliz, en Democracia dependo del respeto y confianza del otro...en lo contrario y de lo contrario solo dependería de lo peor e inesperado del hombre y mujer... es verdad eres muy humana y eso se agradece.

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