Otros niños mueren ya nacidos y crecidos, mueren a la vista de creyentes y no creyentes... aquí los victimarios defendían la vida y terminaron promoviendo muerte selectiva. La sociedad reacciona, incluso aquellos que no defienden la vida de los que están por nacer ( que por tanto están por morir). Ante esas ambivalencias religiosas y no religiosas debemos reaccionar, aquí también Ya Basta!! Y esto con la misma fuerza filial que damos a nuestros hijos quienes los tenemos y con la misma fuerza fraternal dada al prójimo, al desconocido, quienes así lo sentimos.
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