15 de julio de 2011

Por Quien Merece…

Acaso no pensamos continuamente en el tema del mérito?, cada cosa que hacemos esta cargada por ese “empujón” social; siempre alentamos nuestro caminar con la idea de encontrar, y de paso que otros reconozcan, el lugar que nos merecemos. Es curiosa esa ingenuidad de creer que de algún modo somos depositarios de la capacidad cognitiva del reconocimiento ajeno, como si realmente, recordando a Protágoras, fuéramos la medida de todas las cosas. Lo que mas bien hacemos es forzar las cosas a nuestra medida y esa voluntad forzada choca en la misma medida y dada las mismas intenciones con muchos otros y con muchos méritos en espera. Para los merecimientos hay todavía una fila mas larga; puede no haberse visto o premiado el mérito pero que duda cabe lo merecía, hizo todo para lograrlo! Que nos ocurre? parece ser que alimentamos una distancia e ignorancia social sin precedentes… personalmente no encuentro al mérito en medio del individualismo, mucho menos entre el éxito egoísta o el fracaso vengativo. No hay mérito en el desdén y la insensibilidad social. Tampoco lo diviso en los reconocimientos jerárquicos o en la obediencia que ensalza al autoritarismo.
Muy por el contrario me resuena incompleto, contestatario a si mismo, colectivo de aspecto y solo visible tras la perspectiva del tiempo. Recordando a Eduardo Galeano, quien respecto a la Utopía, encontraba el sentido de caminar hacia un horizonte , yo veo en el mérito una palabra que empuja a caminar, a verse en otros, a ver a otros y que esos otros puedan mostrarse. Sin duda algo que necesita ser reconocido, pero con una carga de sorpresa que sobrepasa los planes de cada cual y no prevé resultados bajo doctrina o plan a imponer, ya sea desde uno mismo o desde los intereses de otros en posición de ventaja. Sera algo en lo que no habrá acuerdo pero que irá probando en el tiempo su valía. Es algo visto entre todos y para todos, en ello descansará su larga vida y su sinergia.

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