24 de septiembre de 2011

Acerca del Progreso.

por Enrique Morales Mery


La concepción moderna de progreso postula un desarrollo continuo del logos humano, una superación de los limites de la razón, una "sorpresiva" irrupcion y transformacion de la realidad; un constante descubrimiento y modelación que va articulando la explicacion, adaptacion y reformulación de la existencia. Con ello el hombre se supera a si mismo y encuentra el fundamento en un incesante avance que no esta sometido al providencialismo divino o a la entrega frente a un futuro apocalíptico. 

El progreso ya no es el cumplimiento limitado o circunscrito a las "naturalezas" de los seres y sus actos y tampoco es un caminar en pos de la reconciliación del hombre con Dios; no es entonces la síntesis cristiana de las naturalezas potenciadas en la co-creación. Ahora bien, el progreso moderno esta exento de significados sociales, de distinciones sociales, de lugares y niveles de progreso?. Todo parece indicar lo contrario, no hay tal neutralidad... la novedad del progreso trae consigo el juicio hacia las culturas, la primacía de lo occidental como solución de conjunto y una imaginaria idea de una historia lineal que va mostrando las conquistas como signo de superioridad. 

Regresión y progresión debieran entonces ser repensados considerando los juicios que devienen de las relaciones humanas y particularmente de aquellas que ponen en juego la coexistencia intercultural. Es justamente esa disposición, esa apertura universal de respeto a la humanidad y la apertura particular de respeto a lo propio y la otredad diversa, lo que conecta con el lado espiritual del logos divino. Ello se expresa desde lo interno y para bien fue despojado de la dominación política o la expresión de fuerzas represivas de la capacidad humana. La nueva conjunción del avance técnico, material y espiritual debe ser guiada por una noción de progreso que no nos distancie de los otros, que no nos eleve sobre otros, que no nos tiente a dominar a otros y que por tanto no nos sepulte para mal nuestro y de esos otros.     

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