17 de febrero de 2012

Tras la Deliberación.

por Enrique Morales Mery

Francisco Cumplido en su carta al director Democracia Digital introduce acertadamente el tema del diálogo como deliberación, esto para corregir dos extremos, por un lado el deseo de instaurar una democracia directa irreflexiva y por otro aquel que busca mantener el status quo de una democracia representativa intencionalmente desconectada de la realidad. 

Respecto al tema de la democracia directa, cuya alternativa digital le da el titulo a la carta, Cumplido clarifica los peligros y ventajas que trae consigo la instantaneidad de la formación de la opinión, su discusión y la consecuente decisión. Esto simplemente porque la democracia directa sin deliberación, sin proceso formativo y reflexivo, deriva en un impulso decisional que se desconecta muchas veces del dialogo que posibilita no solo un mayor conocimiento social y del tema que se este discutiendo, sino que deja de lado las variantes doctrinarias, estratégicas, comunicacionales y otras tantas que solo se verifican y comprenden a la luz de una deliberacion democrática, inclusiva, informada y en nexo con partidos políticos y otros movimientos sociales. Bajo este deseo se funda la premisa del desprestigio de la clase política, un desprestigio que permanecerá toda vez que esta clase política se entregue a los extremos indicados mas arriba. Si se deja tragar por una multitud inorgánica, por el impulso de ideas irreflexivas e indiferenciadas, por la euforia de un alegato circunstancial, esta clase política sucumbirá, afectando con ello a la institucionalidad y la concomitante gobernabilidad democrática. Lo mismo sucederá si la clase política huye de la democracia y desoye las demandas manteniendo sus mezquinas cuotas de poder, siendo funcional a una ciega orgánica interna o a la corrupción política. Del mismo modo el principio de conservación del status quo atrofia a la democracia, a las instituciones y deja sin puentes de comunicación a representantes y representados.

De lo anterior se deriva el segundo punto a partir del cual la carta reclama reflexividad, esto es, como critica hacia las condiciones actuales de la democracia representativa. Esta hoy en dia parece administrar solamente la pervivencia de los aparatos centrales de los partidos en desconexión tanto con sus bases como con la mas amplia ciudadanía. Por este motivo la desazón natural de la gente se manifiesta en la protesta y en los movimientos sociales, generalmente de raíces temáticas. Ante esta situación la deliberación ofrece desafíos, democratizar internamente a los partidos y hacerlos deliberantes en el planteo o renovación de sus bases programaticas así como en lo tocante a su organización y selección de candidaturas. De cara a la representación, la deliberación exige dialogar, discutir, debatir y ampliar los temas sobre la mesa, adaptándose a los cambios sociales, a las nuevas temáticas, a los principios validados o cuestionados.     





En términos generales esta carta de Francisco Cumplido me lleva a pensar y sentir en los siguientes puntos:

- Cualquier intento, referido a implantar una democracia directa digitalizada, requiere antes que todo asumir la preeminencia de la deliberación como instancia previa a la decisión. 

- El asumir la deliberación requiere ampliarla mas allá de limites formales e institucionales. La deliberación política no se agota en el Congreso. De ahí la importancia de incluir, escuchar y entender a los movimientos sociales. 

- La renovación de la clase política no solo debe pasar por caras o discursos, también debe pasar por su proceder. Debe por tanto ser responsiva y responsable frente a las demandas ciudadanas.

- La ciudadanía también debe madurar, los reclamos inorgánicos y violentos solo generan una reacción de igual magnitud. Comparto las bases que mueven la demanda estudiantil, pero ciertamente la gratuidad, el rol exclusivo del Estado, la integración intercultural etc. son asuntos que requieren discusión no imposición. 

- Personalmente creo que la democracia directa puede convivir con la representativa, son instancias que se vinculan y se separan acorde a la dimensión y alcance de los asuntos a discutir o los conflictos a resolver.

- Finalmente quiero apuntar a la idea de no asumir los conflictos; esto es absolutamente cierto y transversal, es el elemento conservador que habita tanto en la Concertacion como en la Alianza. Es parte del ADN chilensis criminalizar, clausurar, reprimir a aquello o aquellos que sostienen opiniones contrarias y diversas. El resultado es el empobrecimiento de la democracia y el cierre del diálogo. De igual forma, entre quienes protestan, se dejan ver a ratos la intolerancia, el insulto infundado y el lenguaje grosero de la rabia. 

Para dar cabida al diálogo todo lo anterior debe intersectar con un desafío hacia los poderes sociales que jerarquizan las condiciones para el debate y reflexión. Y ademas en nuestras discusiones y opiniones debemos permitir que la razón y emoción actúen como factores en igualdad de condiciones. Eso da para otro comentario y espero ahondar sobre aquello prontamente.
        

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